¡Cristo ha resucitado!
Estimados hermanos en Cristo: Celebramos hoy, la resurrección del Señor; no como nos hubiera gustado hacerlo, pero sí, interiormente y solidarizándonos con las familias que han perdido a sus seres queridos, a los que están enfermos, a los médicos y personal sanitario y demás personas que hacen posible que los que nos hemos quedado en casa por obligación, estemos abastecidos de lo indispensable. Nuestra condolencia a los primeros y nuestro agradecimiento a todos los demás, deseando a los enfermos que mejoren y pronto puedan ser dados de alta.
Como a María Magdalena, (Jn, 20, 16;)Jesús nos llama a cada uno por nuestro nombre y al igual que con los discípulos de Emaús, (Lc, 24, 13- 35); camina siempre con nosotros, aunque como Ellos, no le reconocemos hasta que le buscamos en nuestro interior, por medio de la Palabra de Dios, los Sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
Jesús resucitado, se apareció varias veces a todos los discípulos, a su Madre y a las mujeres que le acompañaban para servirle. Antes de ascender al Padre, (Mc, 16, 9- 20) les encargó que fueran por todo el mundo y enseñaran a las gentes de toda raza, el Evangelio.
Nosotros somos ahora los discípulos enviados por el mismo Jesús; hemos de abandonarnos en sus manos y confiar en la fuerza que nos da el Espíritu Santo recibido en nuestro Bautismo.
Verdaderamente Cristo resucitó después de su pasión y muerte en la cruz y se quedó con nosotros, bajo las especies de Pan y Vino. Como Él en Getsemaní, aceptemos la voluntad del Padre y demos testimonio con nuestra vida, por medio del amor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Pidamos al Padre, como Jesús en Getsemaní, que pase pronto del mundo este “Cáliz” y que todos los hombres trabajemos por el bien común.
Hermanos, resucitemos con Cristo. Amén.
